jueves, 18 de agosto de 2011

Introducción a la Historia de Chile

Texto Nº 1

Las ciencias sociales son aquellas disciplinas que se hacen preguntas respecto a las sociedades humanas pasadas, presentes y futuras. El año pasado estudiaron ciencias como la economía, la geografía y la ciencia política. Este año es el turno de la Historia, es decir, el estudio del hombre a través del tiempo.
Cómo toda ciencia la Historia parte por plantearse preguntas y delimitar un objeto de estudio específico en un tiempo y espacio determinado. Así por ejemplo, en términos generales, la Historia de Chile busca descubrir cual ha sido el transcurrir del ser humano desde su llegada al país hasta nuestros días.
Para la tarea que se ha planteado, el historiador debe basarse en primera instancia en cualquier vestigio que haya quedado del pasado, elementos que son llamados “fuentes históricas primarias”. Así, entre las fuentes históricas podemos mencionar las escritas como diarios, crónicas, actas oficiales o cartas; las de tipo oral como leyendas, canciones, refranes o cuentos; fuentes materiales como muebles, juguetes, herramientas, pinturas o esculturas; y para la historia contemporánea tenemos además las fuentes audiovisuales como fotografías, discos y películas; y las fuentes vivas, es decir los testimonios que nos pueden dar los protagonistas de los hechos que queden vivos.
Para correcta la búsqueda y autentificación de las fuentes históricas, el historiador acude al auxilio de diversas disciplinas como son la arqueología, que busca restos culturales; la paleontología, para analizar los restos óseos que se han encontrado; la química, que ayuda a datar los distintos tipos de vestigios culturales; etc.
Quien realiza el estudio también utiliza las fuentes secundarias, es decir, lo que otros autores han escrito respecto al tema tratado o a asuntos relacionados con éste. En esta etapa puede coincidir o divergir de los demás estudiosos, pero es indispensable que los tome en cuenta para hacer un correcto análisis del tema.
No se trata tan sólo de determinar cuales fueron los hechos históricos, sino también se debe responder porque ocurrieron, que causaron, a que contextos corresponde, etc.
Una forma de comprender mejor la Historia es dividirla en períodos. Se pueden establecer periodificaciones de acuerdo a diferentes criterios: políticos, económicos, artísticos, etc. y de acuerdo a distintas perspectivas. En el caso de la Historia de Chile una periodificación dese el punto de vista político podría ser la siguiente:

- Época prehispánica: Orígenes hasta 1536.
- Conquista: 1536 – 1598
- Colonia: 1598 – 1810
- Independencia: 1810 – 1818
- Ensayos constitucionales: 1818 – 1823
- República autoritaria: 1829 – 1861
- República liberal: 1861 – 1891
- República parlamentaria: 1891 – 1925
- República democrática presidencialista: 1925 - 1973
- Régimen militar: 1973 - 1990
- Transición democrática: 1990 – 1994

Otras periodificaciones nos mencionan ciclos productivos (Oro, sebo, trigo, plata, salitre y cobre); sistemas económicos (economía colonial, liberalismo, estatismo y neoliberalismo); sistemas laborales (encomienda, inquilinaje, proletarización), etc.
Para un análisis más profundo de la Historia son necesarias otras disciplinas auxiliares como la antropología, que realiza estudios de campo de distinto tipo de sociedades; la economía, encargada de estudiar la producción y consumo de bienes; la geografía, que analiza la relación entre el hombre y su espacio; las ciencias políticas, que estudian las relaciones de poder de las diferentes formas de gobierno; la psicología, encargada de estudiar la psiquis humana; etc.
El análisis histórico es por naturaleza subjetivo y da lugar a diferentes visiones. Desde los orígenes de la historiografía chilena en el siglo XIX hasta hoy los historiadores chilenos han desarrollado diversas corrientes de pensamiento y análisis, a partir de los cuales se puede realizar la siguiente clasificación:

- La Historia descriptiva basada en el relato enfatizando hechos y fechas. Se centra en el estudio de personajes específicos como presidentes y héroes de guerra.

- Historia interpretativa centrada en aspectos políticos y jurídicos. Enfatiza la historia de los gobiernos, los partidos políticos, las ideologías y las normas jurídicas. Su sujeto histórico son quienes lideran estos procesos: Presidentes, políticos prominentes y grupos sociales altos.

- Historia interpretativa basada en los procesos sociales que pone mayor preocupación por los fenómenos sociales y económicos. Estudia con especial cuidado los conflictos entre las clases sociales y su sujeto histórico son las clases populares.

- La autodenominada “Nueva Historia” busca comprender la sociedad a través del tiempo, de manera más integrada y compleja. Existen diversos enfoques como la Historia de la cultura, de la vida cotidiana, de las mentalidades, la historia local, etc. Adopta nuevos sujetos históricos antes ignorados como las mujeres, las organizaciones sociales y la gente común.


Es normal que existan diversas visiones y corrientes en el pensamiento histórico. Criticar es un ejercicio intelectual positivo cuando se hace con respeto y argumentos sólidos. Para criticar una obra histórica, es necesario comparar autores, temas, puntos de vista y metodologías.

Texto Nº 2

Los contenidos que en la asignatura de Historia y Ciencias Sociales se ven en Primero Medio nos hablan de las características generales de Chile. La comprensión del presente nos permite descubrir de mejor manera el camino por el que se llegó a nuestros días, es decir, la Historia chilena desde sus inicios.
Decidir cuando parte la Historia de Chile es un asunto no sencillo, ya que antes del siglo XVI no existía una idea de Chile como un territorio diferente al resto. Hasta entonces la región fue habitada por diferentes pueblos sin mayor vinculación, salvo la de ocupar el mismo espacio. Recién con la llegada de los españoles se comienza a ver a Chile como un territorio diferenciado perteneciente a la estutructura administrativa del Imperio español.
El poblamiento original del territorio alrededor del 25 mil a. C corresponde a la última fase de la expansión del ser humano en América, quien ingresó por primera vez desde el Asia alrededor del 33 mil a. C, cuando pequeñas bandas de cazadores habría logrado cruzar a pie un puente terrestre en la zona del estrecho de Bering, formado gracias a que las glaciaciones hicieron que grandes masas de hielo se acumularan en los continentes y, por ende, bajara el nivel del mar. En el caso del territorio chileno, éste también habría recibido una pequeña inmigración proveniente desde la Polinesia.
Los españoles llegados a América en 1492 comienzan la conquista de Chile en el siglo XVI. El territorio fue definido como una gobernación perteneciente al Imperio español, cuyos reyes nombraban a sus gobernantes y tomaban las decisiones más importantes.
El orden instaurado por la Corona española entre los siglos XVI a comienzos del XIX fijará las nuevas pautas sociales, políticas, económicas y culturales que regirán la vida de gran parte de los habitantes del continente americano. Para las poblaciones indígenas la nueva realidad tendrá efectos muy graves y significará un cambio radical y profundo de sus antiguas pautas culturales, las que no serán abandonadas del todo, manifestándose en la cultura del continente hasta hoy en día.
Un hito fundamental en nuestra historia como país fue la independencia de la Corona española a principios del Siglo XIX. Este hecho se tradujo en la búsqueda de un nuevo orden jurídico, en la afirmación de la soberanía política y en la delimitación de nuestro territorio.
La necesidad de contar con un nuevo sistema, que sucediera al viejo orden colonial representó un enorme desafió y dio lugar en todo el continente a diversos ensayos políticos. En este período se establecieron principios vigentes hasta nuestros días como la división de poderes del Estado o el ejercicio de la soberanía por representantes elegidos por los ciudadanos.

Después que Chile logra una relativa estabilidad en la década de 1830 la economía nacional se expande a través de la explotación minera y agrícola, teniendo un mayor control sobre su comercio exterior, fruto de su condición soberana en lo político. Desde el punto de vista territorial el Estado chileno determina su espacio soberano, somete al pueblo araucano y firma tratados de límites con sus vecinos.
La victoria de una guerra contra Perú y Bolivia incorpora para Chile las provincias del norte con sus ricos yacimientos salitreros. Ello significó un aumento del ingreso nacional que chocaba con el empobrecimiento de la población que emigraba desde el campo a las ciudades y los yacimientos salitreros.
En lo político la pugna entre la Iglesia y el Estado determinaron la división política del siglo XIX junto con la resistencia al marcado presidencialismo de la Constitución de 1833 que significó en 1891 una guerra civil y la imposición de un sistema político con predominancia del poder del parlamento sobre el del presidente.
El período que corre hasta 1925 muestra un poder Ejecutivo inoperante ante un legislativo que no logra canalizar de manera adecuada las riquezas provenientes del salitre. El país vive un rápido pero insustentable proceso industrializador que sume en la miseria a los trabajadores que emigran desde el campo a las ciudades o a las salitreras. El descontento se acrecienta hasta que finalmente el parlamentarismo cede a un nuevo régimen presidencialista con nuevos parámetros y nuevos protagonistas.
La salida de la crisis económica, política y social de los años 20 se la buscó explorando nuevos sistemas de organización política y económica. Ante la crisis del salitre el país reforzó el camino a la industrialización, sin lograr colocarse a la par de las potencias ya industrializadas. Además, el Estado asumirá un activo rol social intentando extender los beneficios del desarrollo a todos los grupos sociales los que comenzaron a participar más activamente en política.
Nuevos partidos políticos darán diferentes soluciones al problema del desarrollo. El enfrentamiento electoral entre dichos proyectos va dando paso a la posibilidad del enfrentamiento armado, crisis que lleva al colapso del Estado democrático en 1973.
Comienza entonces un gobierno militar que transformará el país imponiendo nuevos parámetros políticos y económicos al país.
La recuperación de la democracia en 1990 da inicio a un período en que la búsqueda del desarrollo económico y justicia social se presentan como tareas pendientes para el siglo XXI.